Mark Zuckerberg, el imponente
CEO de Meta, ha lanzado un mensaje radical que sacudió los cimientos de las
redes sociales: el fin de la censura en sus plataformas más poderosas, Facebook
e Instagram. La medida se presenta como una restauración de la
«libertad de expresión», y es un golpe directo a los sistemas de
control de contenidos y verificadores que Meta implementó hace algunos años.
En un vídeo reciente,
Zuckerberg no solo ha prometido eliminar a los verificadores de hechos, sino
que ha dejado claro que sustituirá estos controles por un sistema de
«notas de la comunidad», al estilo de lo que Elon Musk implementó en X (antes Twitter). «Lo que comenzó como un movimiento para ser más
inclusivos se ha utilizado cada vez más para acallar opiniones y excluir a
personas con ideas diferentes», señaló con firmeza el magnate de la tecnología, quien critica abiertamente cómo estos mecanismos de verificación
han llegado a ser partidistas y han silenciado más que informado.
Zuckerberg menciona dos de los
temas más polémicos: inmigración y género, señalando que las restricciones
impuestas en estos campos han sido desconectadas del discurso general y que han
sido una forma de control excesivo de las ideas. Meta, al parecer, ha
reconocido que sus esfuerzos por ser más inclusivos han degenerado en censura
pura y dura, y ahora está dando un giro drástico.
Meta abandona California:
¿Cambio de rumbo o movida estratégica?
«Vamos a simplificar
nuestras políticas de contenido», ha declarado, abriendo la puerta a una
revisión profunda del marco normativo de las plataformas. El sistema de
«verificadores», que nació con la intención de evitar las fake news,
comenzó en 2016, pero rápidamente se expandió a manos de organismos
cuestionables, como la agencia Definers Public Affairs, y organizaciones con
claras inclinaciones ideológicas. Esto llevó a que muchos usuarios sintieran
que sus opiniones eran silenciadas de manera injusta y parcial.
Ahora, Meta apuesta por el
modelo de «community notes», en el cual los propios usuarios serán
los encargados de marcar publicaciones potencialmente engañosas, dejando a la
comunidad decidir cuál es el contexto que debe prevalecer. Aunque, como algunos
expertos advierten, este sistema podría tener serios problemas: los usuarios
que emiten estas «notificaciones» pueden no tener siempre intenciones
honestas, o podrían carecer del conocimiento necesario para ofrecer un contexto
preciso. Aún así, Zuckerberg insiste en que este será el camino a seguir.
En un movimiento que refuerza
su postura de alejamiento de la corrección política, Zuckerberg también ha
anunciado que las oficinas de moderación de contenido de Meta dejarán
California, un estado considerado bastión liberal, y se trasladarán a Texas, gobernado
por el republicano Greg Abbott. Este cambio de sede tiene implicaciones más
allá de lo logístico: se trata de un símbolo claro de que Meta está abrazando
un enfoque más conservador y alineado con las políticas de la nueva
administración que también se está forjando en el país.
El golpe de efecto no termina
ahí. Meta ha nombrado a nuevos miembros en su junta directiva, incluyendo a
figuras como Dana White, CEO de UFC y aliado cercano de Donald Trump, así como
a Joel Kaplan, ex asesor de George W. Bush. Esto ha dejado claro que Zuckerberg
no está solo en su apuesta por un cambio radical en la forma de moderar
contenidos en sus plataformas.
Aunque los cambios solo se
implementarán en Estados Unidos por ahora, la promesa de Zuckerberg de devolver
el control a los usuarios está causando revuelo.
Facebook rastrea tu ubicación si comentas contra Mark Zuckerberg