A menudo escuchamos en anuncios de
YouTube o podcasts que un servicio de VPN puede resolver todos nuestros problemas de privacidad en línea con
solo un par de clics. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja que eso.
Si bien una VPN es una herramienta eficaz para aumentar tu anonimato, no es una solución mágica que te haga
completamente invisible en internet. Este software de seguridad cifra tu tráfico y oculta tu ubicación
virtual, pero no puede protegerte de todas las amenazas digitales.
Es crucial entender los riesgos a los
que te expones cada vez que accedes a internet. Creer que estás completamente
seguro cuando no lo estás es un peligro en sí mismo. A continuación, te muestro
cinco amenazas de las que una VPN no puede protegerte y qué hacer al respecto.
¿Qué es una
VPN?
Antes de profundizar en las
limitaciones, aclaremos qué es y qué hace una VPN. Una VPN (Red Privada
Virtual) es un software de seguridad que cifra todo tu tráfico en internet. Lo
hace creando un túnel seguro por el que pasan tus datos antes de llegar al sitio
web que deseas visitar, lo que impide que los atacantes comprometan tu conexión
cuando usas Wi-Fi público no seguro. Además, una VPN oculta tu ubicación real, asignando una
nueva dirección IP cada vez que te conectas a un servidor VPN.
Esto es beneficioso para tu
privacidad, ya que reduce el seguimiento en la web y te permite acceder a
contenido restringido geográficamente, como bibliotecas de Netflix en otros
países. Sin embargo, no te protege de todo.
Si te preguntas cuál es la mejor VPN,
déjame decirte que, actualmente, NordVPN es la mejor alternativa. Además de sus
sólidas funciones de seguridad y su excelente capacidad de desbloqueo, me gusta
especialmente que Nord ofrece protección adicional que va más allá de las
capacidades de la mayoría de las VPN.
1.
Filtraciones en redes sociales
Mientras tratamos de ocultar nuestras
huellas digitales, a menudo compartimos información personal en redes sociales.
Estas plataformas son una fuente fácil de datos para hackers y fuerzas del
orden.
Aunque una VPN puede proteger tu
identidad en línea, no puede ocultar la información personal que compartes
voluntariamente en redes sociales, como tu nombre, dirección de correo
electrónico o número de teléfono. Para mantener tu privacidad, revisa siempre
la configuración de privacidad de tus cuentas y evita publicar datos sensibles.
2. Ataques
de phishing
El phishing es una táctica en la que
los delincuentes utilizan correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas
telefónicas para obtener tus datos personales. Pueden engañarte para que
reveles detalles bancarios o hagas clic en enlaces maliciosos que infectan tu
dispositivo con malware.
Aunque una VPN puede impedir que un
hacker intercepte tu tráfico, no puede evitar que caigas en un sitio web
fraudulento o que compartas tus datos personales. Para protegerte, siempre
verifica la dirección del remitente y desconfía de ofertas demasiado buenas
para ser verdad.
3.
Infecciones de malware y virus
El phishing no es la única forma en
que los atacantes intentan comprometer la seguridad de tus dispositivos. El
malware y los virus a menudo se ocultan en sitios web y anuncios en línea,
listos para infiltrarse en tu sistema operativo.
Algunas VPN ofrecen herramientas para
bloquear malware, pero no son un sustituto completo de un buen software
antivirus. Por ejemplo, NordVPN
tiene una función de Protección contra amenazas que bloquea sitios peligrosos y
verifica tus descargas. Aun así, es recomendable combinar tu VPN con un antivirus confiable para una
protección completa.
4. Cookies
de seguimiento
Las cookies de rastreo son
fragmentos de código que se almacenan en tu navegador cuando accedes a un sitio
web. Algunas son necesarias para personalizar tu experiencia, pero otras pueden
ser más intrusivas, espiando tus actividades en línea incluso después de abandonar
el sitio.
Una VPN puede mantenerte más anónimo
en la red, pero no puede protegerte completamente de las cookies de rastreo.
Para mitigar este riesgo, debes borrar regularmente las cookies de tu
navegador, aunque eso signifique perder un poco de conveniencia al tener que
iniciar sesión nuevamente en tus cuentas.
5. Rastro
digital de cuentas en línea
Al igual que en las redes sociales,
una VPN no puede ocultar completamente tu identidad y actividades en línea. Por
ejemplo, Google siempre sabrá tu historial de búsqueda si estás conectado a tu cuenta, sin importar si
tienes la VPN activada. Recuerda que cambiar al modo incógnito no es una solución real, ya que tus actividades en
línea se registran de todos modos cada vez que inicies sesión en tus cuentas.
Peor aún, hace tiempo se descubrió que Google había almacenado tus datos de navegación del modo incógnito
durante años.
Para proteger tu privacidad, cierra
sesión en tus cuentas cuando realices actividades sensibles. Además, considera
usar navegadores y servicios de correo electrónico alternativos que prometan no
registrar tus datos, como Proton Mail o Tutanota.
El poder de
las VPNs
Como hemos visto, las VPN no son una
solución mágica para todos los peligros cibernéticos. Sin embargo, siguen
siendo una herramienta vital para protegerte de muchos riesgos en línea. Si
estás buscando una VPN, asegúrate de elegir una que ofrezca protecciones de
seguridad avanzadas y una política estricta de no registro, y que respalde sus
afirmaciones de privacidad con auditorías independientes.
Recuerda que, aunque una VPN es una
excelente adición a tu arsenal de seguridad en línea, debe ser parte de una
estrategia más amplia que incluya el uso de antivirus confiables, buenas
prácticas de privacidad y la conciencia constante de los riesgos digitales.
7 grandes mitos sobre las VPN y por qué no debes creerlos