Aunque China y Rusia presumen una amistad «sin límites», la realidad parece mucho más turbia. Desde el inicio de la guerra en Ucrania, grupos vinculados al gobierno chino han lanzado una ofensiva digital constante contra agencias y empresas rusas. ¿El objetivo? Robar secretos militares, tácticas de guerra y tecnología avanzada.
Los ciberataques, que se aceleraron a partir de mayo de 2022, demuestran que ni siquiera las alianzas estratégicas están exentas del espionaje. Un informe obtenido por The New York Times revela que el propio Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) califica a China como un «enemigo» en documentos clasificados. Según la investigación, los hackers chinos han suplantado correos de empresas rusas para intentar obtener información sobre submarinos nucleares, sistemas de radar, guerra electrónica y comunicaciones satelitales.
Uno de los grupos más activos, conocido como Mustang Panda, está presuntamente respaldado por el Ministerio de Seguridad del Estado chino. Este grupo ha atacado a funcionarios militares rusos y guardias fronterizos, según la firma de ciberseguridad Sophos. También han sido identificados otros grupos como Slime19 y Sanyo, especializados en atacar sectores energéticos y de defensa rusos.
A pesar de tener un vasto conocimiento tecnológico, China carece de experiencia en conflictos armados modernos, algo que Rusia tiene de sobra en Ucrania. Beijing ve el conflicto como una oportunidad para aprender de primera mano sobre el uso de drones, software militar y tácticas occidentales. “El objetivo es prepararse mejor para futuros conflictos, como una posible confrontación por Taiwán”, advierte Itay Cohen, investigador de Palo Alto Networks.
¿Aliados o rivales?
A nivel diplomático, China y Rusia siguen intercambiando discursos de unidad. Sin embargo, en el mundo digital, la desconfianza es cada vez más evidente. Expertos aseguran que los ciberataques entre naciones aliadas no son nuevos, pero la intensidad de los ataques chinos contra Rusia marca una diferencia preocupante.
“El espionaje entre aliados existe, pero lo que hace China con Rusia es más que eso: es un mensaje claro de que nadie está a salvo”, concluye Che Chang, analista de TeamT5.