Estrellas de “películas para adultos” enseñan ciberseguridad en este país

El
gobierno de Nueva Zelanda ha encontrado una forma novedosa de informar a los
padres sobre lo que podría suceder cuando sus hijos acceden a contenido con clasificación XXX en Internet.




Como
parte de una nueva campaña publicitaria de
seguridad
cibernética
, dos actores de ‘películas para adultos’ aparecen desnudos
en la puerta de una madre desprevenida para decirle que su hijo pequeño los ha
estado viendo actuar en línea.

Después
de presentarse, Derek y Sue proceden a recitar una larga lista de dispositivos
a través de los cuales el niño curioso ha accedido a contenido
pornográfico
. Entre ellos se incluyen una PlayStation y un
teléfono.

Después
de informar a la mamá sobre las barrabasadas en línea de su hijo, la pareja
menciona las diferencias entre el sexo representado en las películas de este
tipo y la intimidad física que tiene lugar en la vida real.

El
anuncio que llama la atención es parte del impulso del gobierno desde hacer
unos meses para crear conciencia de que lo que se accede en línea puede tener un
impacto en la forma en que las personas, especialmente los jóvenes, actúan en
la vida real. Otros anuncios incluidos en la campaña abordan los efectos
perjudiciales del ciberacoso en el mundo real y destacan lo fácil que es para
los niños y adolescentes acceder a contenido violento.

La
campaña Keep It Real Online surge a
raíz de un estudio publicado en diciembre de 2019 que reveló que muchos de los
jóvenes de Nueva Zelanda aprenden principalmente sobre el sexo a través de
Internet, donde se normaliza el comportamiento sexual extremo. Sin otra
esfera de referencia, los jóvenes impresionables pueden sentirse presionados a
imitar lo que ven en la pantalla en su propia vida sexual.




Definitivamente,
en otras regiones del mundo tienen maneras muy peculiares de motivar y enseñar.
Por ejemplo, en China
usan chicas para motivar a los programadores
.

Startups
de China están buscando mujeres atractivas para aliviar el estrés de los
programadores

Fuente: The Guardian

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